Sr. Presidente Ing. Mauricio Macri:

Sr. Presidente Ing. Mauricio Macri:

Entre muchas de las cosas que usted dijo hoy, se refirió al espacio donde trabajan desde hace años mis padres: la Bibloteca del Congreso de la Nación.

Las suyas no fueron palabras amables, precisamente. En su afán por llevar a cabo el ajuste más brutal de las últimas décadas, utilizó a dicho espacio como chivo expiatorio para lo que será una serie de despidos masivos en el sector público.

Desconoce usted que la Bibloteca del Congreso es mucho más que un depósito de libros. Desconoce usted que cuenta con seis sedes que abarcan la más amplia variedad de áreas dedicadas a la difusión de la cultura en nuestro país.

Usted utilizó los calificativos “estafa” y “vergüenza” para referirse a la cantidad de empleados que la Bibloteca posee.

Resulta curioso que usted nos hable a los argentinos de estafa, señor Presidente.

Usted tiene cuentas en paraísos fiscales. Usted lanzó un decreto a la medida del blanqueo millonario de su hermano. Usted vació el Correo Argentino. Usted zafó de ir preso por contrabando de autos gracias a la Corte Suprema menemista.

Fue su padre el que nos estafó a todos al pactar con la dictadura la estatización de su deuda privada, no el mío.

Los que realmente han vivido del Estado, señor Presidente, han sido ustedes. ¿Qué sería de su patrimonio sin la Patria Contratista de los ’90?

Le comento que hoy, finalizado su discurso, me comuniqué con mis padres. Mi madre estaba trabajando en una localidad del conurbano sur con el Biblomóvil, que es un micro repleto de libros y computadores que recorre el país difundiendo cultura.

Ese micro estaba hoy dedicado a una escuela para niños con capacidades diferentes. Niños que hace poco tiempo sufrieron que su Gobierno les haya quitado las pensiones que les corresponden.

Es decir que mi madre y sus compañeros, que trabajan en el área de cultura de la Bibloteca que hoy usted denigró, hace lo que su Gobierno no hace: incluir a quienes más lo necesitan.

Por el lado de mi padre, trabaja en el área de prensa y fundó con mucha dedicación la radio virtual donde se escuchan las voces que usted está silenciando mediante socios empresarios.

No se entusiasme tanto, Presidente. Los buenos momentos políticos de los gobiernos pueden salir en las tapas de los diarios, pero son efímeros.

Son las páginas de la Historia las que realmente valen y trascienden. Allí se plasma la verdadera sentencia a un gobierno.

En cuanto a mis padres, lo único que me sale decirles es que el Presidente no está orgulloso del trabajo que hacen. Pero su hijo, si. Y mucho.

Atentamente, Luca Stecco.
DNI 37.216.829

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